Un libro francamente decepcionante. Expansión, en una colección de éxitos económicos, publicitó este libro regalándolo junto con otros, como alguno de los libros inteligentes que había que leer para estar al día de las cuestiones económicas relevantes en 2008. En mi opinión este libro no es un libro que haya que leer para nada. Es una colección de anécdotas históricas de Economía, escrito de un tirón, en el que se opera a modo de revista para explicar cuestiones bien sabidas y que la historiografía económica ha sistematizado desde hace tiempo. Estamos ante una revistilla, un reportaje sobre la historia mal trabado, peor concebido, desordenado. Se puede decir que este tipo de libros son frecuentes en la ensayística anglosajona. Puede ser. Pero ese es el problema de la ensayística anglosajona: que es desordenada y carente de toda sistemática. Es algo para pasar el rato, o tener conocimientos superficiales de la historia de los bonos o de la quiebra de las acciones. No recomiendo la lectura de este libro, que me ha resultado bastante frustrante, como se puede colegir fácilmente por la crítica que acabo de escribir. Suerte, no obstante, al que quiera leerlo.Niall Ferguson, El triunfo del dinero
Un libro francamente decepcionante. Expansión, en una colección de éxitos económicos, publicitó este libro regalándolo junto con otros, como alguno de los libros inteligentes que había que leer para estar al día de las cuestiones económicas relevantes en 2008. En mi opinión este libro no es un libro que haya que leer para nada. Es una colección de anécdotas históricas de Economía, escrito de un tirón, en el que se opera a modo de revista para explicar cuestiones bien sabidas y que la historiografía económica ha sistematizado desde hace tiempo. Estamos ante una revistilla, un reportaje sobre la historia mal trabado, peor concebido, desordenado. Se puede decir que este tipo de libros son frecuentes en la ensayística anglosajona. Puede ser. Pero ese es el problema de la ensayística anglosajona: que es desordenada y carente de toda sistemática. Es algo para pasar el rato, o tener conocimientos superficiales de la historia de los bonos o de la quiebra de las acciones. No recomiendo la lectura de este libro, que me ha resultado bastante frustrante, como se puede colegir fácilmente por la crítica que acabo de escribir. Suerte, no obstante, al que quiera leerlo.
