Joaquín BARDAVÍO, El reino de Franco. Biografía de un hombre y su época, Madrid, Ediciones B, 2015.
A estas alturas del siglo XXI, transcurrida ya década y media, puede resultar extraño que siga habiendo autores que escriban sobre Franco. Sin embargo, todo tiene sentido. Y especialmente tiene sentido si se hace como lo ha hecho Joaquín Bardavío.
Ha producido una obra excelente sobre el franquismo, o sobre ese ámbito geográfico que él denomina el Reino de Franco. Es importante ya desde el título atender al rigor conceptual y precisión del autor, porque no dice el “reinado” de Franco, sino el “Reino” de Franco.
El libro es extraordinariamente documentado, como lo refleja, no sólo su bibliografía, sino su continuo contraste de diversas versiones sobre un mismo acontecimiento, inclinándose siempre por la más verosímil y próxima al sentido común, no necesariamente por la generalmente aceptada.
El libro está escrito con una prosa fantástica, muy fácil de leer, pero al mismo tiempo muy rigurosa y en perfecto castellano. Se echan de menos libros tan bien escritos como este: vale la pena recomendarlo también desde el punto de vista literario.
Como todo el mundo sabe, porque este no es el primer libro de Joaquín Bardavío, él es periodista. Por tanto podría pensarse que ha escrito con cierto grado de ligereza, según es propio de los diarios. Pues bien, no es así: el libro tiene un extraordinario rigor histórico, y de ninguna manera puede ser tratado como un libro de los considerados periodísticos, como si fuera un libro ligero. La documentación histórica del libro es apabullante. Pero más todavía: Joaquín Bardavío ha sido testigo de muchos de los acontecimientos que narra, y a partir de cierto momento opera contando la historia en primera persona, porque él mismo la ha vivido. Esto también es extraordinariamente valioso.
Y además, hace un relato ameno, porque tiene muy en cuenta el contenido de las hemerotecas, según es propio de su formación y de su profesión, explicando muy bien los momentos históricos.
Una cosa muy valiosa en este libro son los sentimientos. Porque no cuenta la historia como fue refiriéndola “a palo seco” , sino que explica, precisamente por hacerlo muchas veces en primera persona, momentos vividos por él y conversaciones habidas con multitud de políticos del momento, comprobando versiones y atendiendo a la veracidad del interlocutor.
Creo también que es un libro narrado con una gran objetividad. No es parcial ni por la derecha y por la izquierda. Creo que refleja extraordinariamente bien una visión integrada de los acontecimientos del franquismo, y que solamente las personas extremistas de derechas o de izquierdas estarán en disconformidad con sus certeros análisis.
En suma, recomiendo la compra del libro y su lectura atenta, por que ha pasado a formar parte de literatura excelente sobre un periodo histórico de extraordinaria importancia para todos los españoles.