Todo tiene su historia y las películas naturalistas también. En los momentos del cine mudo apareció un fotógrafo ambulante que compró una máquina de hacer cine y tenía espíritu aventurero y se lanzó primero por la Polinesia, luego por África y después por Indonesia para filmar tribus extrañas, cortadores de cabezas, antropófagos, cocodrilos, elefantes, rinocerontes, y toda la fauna salvaje. La historia fue además una historia de amor porque siempre fue acompañado de su esposa, la cual le sobrevivió y continuó su actividad. Toda la historia es en el fondo la historia del safari africano, de la colonización de las islas del Pacífico y de la perpetua lucha entre los naturalistas y los cazadores. Osa Johnson fue una gran productora de cine junto con su marido, primero en cine mudo y luego con sonido, dando lugar a los primeros reportajes naturalistas con los que hoy podemos conocer toda clase de fauna. Hoy es común en cualquier cadena de televisión tener excelentes reportajes sobre animales y lugares extraños pero a principios del siglo XX no fue así. Recomiendo la lectura de esta historia, que está redactada en primera persona, porque son unas memorias, y en algunos puntos me ha emocionado. Nadie perderá el tiempo leyéndola porque es una historia de amor y de aventura que no tiene pérdida y que va creciendo poco a poco en intensidad hasta la muerte del gran Martin Johnson. La traducción es de Francisco Reina y es excelente. El libro está muy bien editado y he encontrado sólo una errata.
Entradas relacionadas
