Michael LEWIS, La gran apuesta («The Big Short»), Barcelona, Debate, 2013.
He leído pocos libros tan buenos como este. Aunque la opinión es bastante común (por ejemplo, Felix Salmon, de Reuters, dijo que “probablemente es el mejor libro de periodismo financiero de la historia”), voy a explicar por qué pienso así.
Es un libro de historia. Pero contada al modo como se cuentan historias en el siglo XXI: con personajes vivos. Realmente, es la historia de un latrocinio colectivo, urdido por los que fueron grandes bancos de inversión de Wall Street (Goldman Sachs, Lehman Brothers, Solomon Brothers, Merryl Lynch, Morgan Stanley, Bear Sterns, Deutsche Bank, etc.), compañías de seguros (AIG FP) que, con la complicidad de las agencias de calificación (Standard & Poors, Moody’s) y la negligencia de los reguladores, dieron lugar a operaciones especulativas sin ningún sentido económico fuera del lucro personal de los operadores, contada usando las declaraciones de 4 ó 5 personajes reales, que ganaron mucho dinero al detectar la disfunción del mercado y prever que era sencillamente imposible que las hipotecas concedidas, luego empaquetadas, y posteriormente vendidas y revendidas, fueran pagadas por prestatarios insolventes. Donde los grandes bancos pensaron que era imposible que el mercado hipotecario quebrara, sucedió exactamente lo contrario, por las razones que brillantemente expone Michael Lewis utilizando como personajes a Steve Eisman, Michael Burry, Charlie Ledley, Jamie Mai, Vincente Daniel, Danny Moses, Porter Collins y Ben Hockett. Hay personajes secundarios, como Greg Lippman, que también son importantes, aunque no han colaborado, por lo que parece, con Lewis.
El libro explica de modo vital cómo funcionan las hipotecas sub prime, los CDS, las CDO y todos los instrumentos esenciales para comprender qué pasó en el mercado americano para dar lugar a tan gran desastre económico.
Lewis no termina su tarea: le quedaba por explicar los errores fundamentales, que son los de Henry Paulson (Secretario del Tesoro), Timothy Geithner (luego Secretario del Tesoro), Ben Bernanke (Presidente de la Reserva Federal) y sobre todo, aunque ni lo menciona, de George W. Bush, Presidente de los Estados Unidos. La política americana nunca fue capaz de defender al pueblo americano de los abusos cometidos por la banca de inversión. Lewis deja este razonamiento a medias.
El libro ha sido llevado al cine. Con el mismo título, con un actor muy conocido en un papel secundario (Brad Pitt – Ben Hockett) y otro no menos conocido que en vez de interpretar a Batman interpreta a Michael Burry (Christian Bale). Menos conocidos, pero brillantes, están Ryan Gosling (Greg Lippman) y está especialmente bien Steve Carell (Steve Eisman). La película resume extraordinariamente bien el libro. Y consigue explicar con mucha claridad los conceptos, tarea ésta nada sencilla porque al final estamos ante contratos diseñados para despistar, para hacer creer a la mayoría que la ciencia financiera es arcana cuando en realidad no es así. Pero si parece fácil ¿cómo cobrar tan grandes comisiones?
Pero el libro es mejor. Como siempre pasa, la película es muy buena, pero para enterarse de todo es necesario pasar, no el rato agradable de la película, sino las horas necesarias detrás del texto para comprender la realidad tal como fue.
En elogio expreso de la edición española de la editorial Debate debo decir que, aunque la edición es mala, el texto no tiene ni una sola errata, lo cual es la primera vez que me sucede cuando leo un libro. La traducción, de Francisco J. Ramos Mena, es excelente, fuera de algunos términos técnicos que yo hubiera expuesto de otra manera (por ejemplo, en vez de “sociedades públicas” yo hubiera dicho “sociedades cotizadas”).
Ni qué decir tiene que el libro está magníficamente escrito. Se lee del tirón (si uno tuviera tiempo para leer un libro de un tirón) y engancha desde el primer momento, a pesar de lo abstruso de la materia y de lo delicado de la historia. La redacción es envidiable y Lewis domina a la perfección el arte de atraer el interés: su técnica no tiene nada que envidiar a Forsyth o Le Carré, a los que parece tomar como maestros.
Es claro que recomiendo tanto el libro como la película. Salgan corriendo al mercado y compren los dos. Les recomiendo que vean primero la película. Si es necesario, más de una vez. Y que luego lean el libro. De esa manera, creo yo, aprovecharán más.
Una nota final. El 24 de septiembre de 2008 el diario “Expansión” me publicó un artículo titulado “The Texan Rules for Capitalism”. Con toda modestia les recomiendo que, una vez leído el libro, lean el artículo y comparen (http://www.expansion.com/2008/09/24/edicion_impresa/1168179.html). Verán que Lewis en 2010 pensaba más o menos lo mismo que yo en 2008. Sobre la historia de ese artículo en Expansión, y la fortaleza profesional y personal que demostró su Director, Jesús Martínez de Rioja Vázquez, para publicarlo, publicaré algo otro día. Que disfruten el libro y la película.